Me llamo Alba Gil y soy profesora de inglés. Hace tres años decidí cumplir un sueño: montar mi propia academia. Desde entonces, acompaño a niños, adolescentes y adultos en su camino hacia el aprendizaje del inglés, con clases personalizadas, prácticas y, sobre todo, motivadoras.
El inglés me ha acompañado en todas las etapas de mi vida. Ya desde niña, me quedaba embobada viendo las cintas de vídeo de “Magic English” y leyendo esa colección de libros azules en las que mis personajes de Disney favoritos me enseñaban a pronunciar palabras en inglés. Luego yo se las enseñaba a mis peluches y las escribía en una pizarrilla que tenía por casa. 
Aunque me topé con algún que otro profesor sin vocación que frustró mis ganas de aprender, he de decir que todo cambió en el instituto, cuando por fin conocí a buenos profesores que me hicieron ver que podía hacerlo y eso me motivó e inspiró. Por eso con 17 años ya lo tenía claro; me matriculé en Filología Inglesa en la Universidad de Cáceres, lo que me dio la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable de Erasmus en Belfast (Irlanda). Desde que terminé la carrera en 2019, he trabajado sin parar en lo que más me apasiona: enseñar. 
Mi academia nació con 4 mesas, unas sillas, una pizarra, cuatro paredes llenas de mensajes positivos y mucha, muchísima ilusión. Hoy es un espacio cómodo y sin distracciones donde los alumnos no solo aprenden inglés, sino también a confiar en sí mismos. Me siento afortunada por haber construido un lugar así y cada vez que mis alumnos me recomiendan, siento que todo esfuerzo ha merecido la pena.
Mi método combina recursos clásicos que funcionan, con materiales interactivos adaptados a nuestros tiempos y a las necesidades de cada alumno. Me he formado en psicología para educadores, resolución de conflictos en el aula y creación de contenidos multimedia. Todo esto me permite ofrecer una enseñanza cercana, flexible y eficaz. Además, me gusta trabajar aspectos emocionales, sobre todo con los alumnos de bachillerato, recuerdo mi etapa preuniversitaria como si fuera ayer, por eso procuro aconsejarlos y orientarlos para que sientan la confianza que habitualmente necesitan.
Si alguna vez pensaste que el inglés no era para ti, ven y deja que te demuestre lo contrario.